CCOO Defendemos tus derechos

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viernes, 20 de febrero de 2015

UNA MIRADA DE GÉNERO. Brecha salarial de género en cinco claves.

Secretarías de Mujer e Igualdad de CCOO. UNA MIRADA DE GÉNERO. Brecha salarial de género en cinco claves.
MADRID SINDICAL - ESPECIAL 22 FEBRERO

http://www.ccoo.es/comunes/recursos/1/pub146043_Gaceta_Sindical_n_229__22_de_febrero_Dia_de_la_igualdad_salarial_entre_hombres_y_mujeres.pdf

98. UNA MIRADA DE GÉNERO.  Brecha salarial de género en cinco claves.

En torno al 22 de febrero, Día por la Igualdad Salarial de mujeres y hombres, se aportan datos. Los análisis realizados muestran, unánimemente, la existencia de brecha salarial de género, más allá de las variaciones en las cifras, resultantes de la metodología de análisis elegida. Porque el enfoque analítico que no es neutral. Desde CCOO unimos rigor igualitario, visualización integral de los factores causantes y propuestas correctoras. Sabemos ya que en el año 2012 (últimos datos de la EES anual del INE) las mujeres cobraron, de media, 6.144 euros menos que los hombres. La tercera parte de su salario de un año. Para igualarlo al de los hombres, tendrían que ver aumentada su ganancia anual en un 31%. Esta insoportable desigualdad es resultado de múltiples discriminaciones laborales y sociales, y condiciona el presente y el futuro de las mujeres, por lo que debe abordarse en todas sus dimensiones. Aportamos cinco claves para ello.

1. Los datos: lejos de disminuir, la discriminación salarial  sigue aumentando.
Tiene que quedar claro. Existe discriminación salarial de género, cuando por el hecho de ser mujer se accede a (o eso repercute en) una retribución menor  por realizar el mismo trabajo, o un trabajo de igual valor, o cuando se percibe discriminación en el acceso a una situación laboral (y por tanto salarial) igual a la de los hombres. La Encuesta de Estructura Salarial (EES) anual del INE muestra el crescendo. Pongamos, por ejemplo, desde 2009 (publicada en 2011): las mujeres dejaron de percibir, por ganancias medias anuales, en 2009, 5.499 euros; en 2010, 5,744 euros; en 2011, 5.900, y en 2012 (últimos datos publicados por el INE, en junio de 2014), 6.144 euros. La tercera parte de su salario. ¿Cómo es posible que, lejos de erradicarla o reducirla, haya ido en aumento? Sin duda es consecuencia de la crisis, las políticas de recortes y de reformas regresivas como la laboral, que han impactado de manera más profunda en las condiciones laborales de las mujeres, que ya partían de una peor situación.

2. El enfoque analítico no es neutral.
Como bien suele explicarse desde CCOO al analizar esta cuestión, los enfoques teóricos y metodológicos no son neutrales, sino que implican un sesgo importante: algunos adelgazan la brecha existente, minimizando la percepción sobre la desigualdad. No es lo mismo calcular en base al salario/hora (dado que las mujeres trabajan un número menor de horas al año, consecuencia de su mayor proporción en el empleo a tiempo parcial y temporal), que salario /año, y tampoco es lo mismo dividir el salario de las mujeres entre el de los hombres que al revés. Pongamos un ejemplo. El INE  hace su cálculo en base al salario medio de las mujeres respecto al de los hombres, mostrando brechas importantes y la progresión en estos años: en 2009, era del 78%, en 2010, del 77,5%; en 2001, del 77% y en 2012, del 76,1%. Pero desde CCOO no queremos que la igualdad salarial se produzca porque se reduzcan los salarios masculinos, por lo que optamos por este otro método de cálculo. Cuánto supone el salario masculino respecto del femenino, y por tanto, cuánto debe aumentar el femenino para equiparse. Así, en 2009, el salario anual medio masculino fue el 128,1% del femenino; en 2010, el 129,1%; en 2011, el 129,8%, y en 2012, el 131,5%. Por eso hablamos de una brecha salarial de género del 31%.

3. Los factores a priori y su peso en la brecha salarial.
Los factores que contribuyen a dar como resultado la discriminación salarial son múltiples y diversos. Distinguimos entre los factores “a priori”, es decir, factores sociolaborales que condicionan el acceso de las mujeres a los puestos de trabajo, con las consecuencias salariales que se derivan, y los factores “a posteriori”, es decir, que tienen que ver con el desempeño del puesto de trabajo en concreto, en la empresa o centro de trabajo. Entre los primeros, pueden citarse, por ejemplo, que las mujeres acceden en mayor medida que los hombres a un mercado laboral muy concentrado en sectores y ramas de actividad (segregación laboral sectorial), en sectores feminizados que suelen presentar mayor tendencia al empleo precario (parcial, temporal, discontinuo…) y salarios medios inferiores, además, muestran peor acceso en general (más inactividad y más paro, más paro de larga duración, más interrupciones de la vida laboral y más largas, porque encuentran más dificultades para reincorporarse al empleo). Todos ellos son factores que repercuten en los menores salarios. Entre ellos, de manera principal, el tiempo parcial, que por sí solo explica casi la mitad de la brecha salarial, por el peso relativo del tiempo parcial entre las mujeres. Las mujeres suponen el 79,7% del tiempo parcial (EPA 4ºT 2014). 8 de cada 10 empleos a tiempo parcial son desempeñados por mujeres. El salario anual de las mujeres con este tipo de contrato fue, en 2012, de 9.988,41 euros, cobrando 1.043,69 euros menos que los hombres.

4. Los factores a posteriori y su peso en la brecha salarial.
Consecuencia de estereotipos y prejuicios de género, son factores muy sutiles que no siempre se perciben individualmente, pero que se hacen visibles con diagnósticos laborales o estudios con dimensión de género. Por ejemplo,  una desigual valoración de tareas equivalentes, según sean ordinariamente realizadas por mujeres o por hombres (o propias de ocupaciones o sectores feminizados o masculinizados), que se traduce en una infravaloración de las consideradas propias de mujeres, o procedimientos de promoción profesional personalistas, que incluyen injustificadamente requisitos que alejan a una parte importante de mujeres: exigencia de disponibilidad absoluta, etc. Entre estos, de manera principal, están los complementos salariales, en general no sujetos a negociación colectiva, que por sí mismos también explican casi la mitad de la brecha salarial de género.

5. Lo que exige CCOO.
En CCOO venimos trabajando infatigablemente, día a día, por acabar con todas las discriminaciones laborales y sociales de las mujeres, porque todas terminan impactando en la brecha salarial. Y esta brecha produce, a su vez, una brecha en las prestaciones, en las pensiones, en las jubilaciones.
Desde CCOO exigimos priorizar la creación de empleo de calidad, de especial incidencia entre las mujeres, más sujetas a precariedad laboral. Combatir el trabajo a tiempo parcial cuando es involuntario. Fijar criterios de conversión de contratos temporales a fijos que favorezcan a las mujeres cuando, en igualdad de condiciones y méritos, se encuentren afectadas en mayor medida que los hombres por el nivel de temporalidad. Implantar sistemas de clasificación profesional que conlleven la equiparación de retribuciones y prevean cauces para el acceso a la formación, al reconocimiento de la cualificación y al desarrollo de la carrera profesional. Establecer sistemas de selección, clasificación, promoción y formación, sobre la base de criterios técnicos, objetivos y sin sesgos de género, eliminando denominaciones y estereotipos sexistas en la clasificación profesional (categorías, funciones, tareas). Incluir cláusulas de acción positiva para la promoción y la formación, de forma que, en igualdad de condiciones tengan preferencia las mujeres en el grupo, categoría o puesto de trabajo en los que se encuentren infrarrepresentadas. Y, fundamentalmente, hacer cumplir con la obligatoriedad, contemplada en la legislación, de negociar planes y medidas de igualdad en las empresas, de forma que dispongan de un conjunto articulado de medidas dirigidas a corregir en cada empresa las desigualdades laborales detectadas, previa realización de un diagnóstico de situación de la plantilla.

Un trabajo que se intensifica en la actualidad, con el desarrollo del proyecto ACCTIOON equal PAY*, dirigido a detectar la brecha salarial de género, desvelando el peso relativo de los factores que contribuyen a producirla y a la elaboración de propuestas sindicales para combatirla desde la negociación colectiva y el diálogo social, así como potenciando la concienciación, sensibilización e información de las personas que intervienen en los procesos negociadores y en las relaciones laborales, el conjunto de la población trabajadora y la sociedad en general.

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