Fogasa: Un
desastre
Van
pasando los días, los meses y no somos capaces de vislumbrar un horizonte de
solución para nuestro Organismo. La situación es cada día más caótica. El
servicio a la ciudadanía sufre un deterioro que se hace más palpable cada día
que transcurre. Las condiciones de trabajo empeoran y no podemos encontrar, en
toda la historia de la Administración General del Estado, un organismo y un
proceso de decadencia de semejante intensidad.
La
solución estrella que se había diseñado por parte de la actual dirección se
demuestra inservible. El proyecto Greta se está quedando sin garbo y la
hollywoodense definición solo esconde la demostración del fracaso que supone
intentar buscar soluciones sin contar con la plantilla.
Algunos
y algunas se empeñarán en señalar que Tragsatec está cogiendo ritmo en el
proceso de reconocimiento de derechos económicos. La dirección intentará por
todos los medios demostrar que la privatización del servicio sirve y es la
salida. La Secretaría de Estado de Empleo pondrá todo su interés en señalar que
se trata de una empresa pública y si nos vamos a la Ministra, a buen seguro,
que nos beatiza a la empresa pero los datos son los datos.
Si
en abril de 2012 acumulábamos un atraso de 90.500 expedientes, un año después,
en abril de 2013 el atraso se disparaba a los 153.500.
¿Qué
pasa en Abril de 2014? En la actualidad acumulamos una bolsa de retraso de
200.400 expedientes.
Ese
es el resultado, casi 50.000 expedientes más acumulados y 3 millones y medio de
euros menos.
Alguien
cifró sus esperanzas en un cambio en el ciclo de destrucción de empleo, en un
claro punto de inflexión en la evolución de las cargas de trabajo del Fondo de
Garantía Salarial y desgraciadamente para todos y para todas, se ha equivocado
de una forma garrafal y hoy estamos sensiblemente peor de lo que hemos estado
en estos dos últimos años.
No
sirve echarle la culpa a la herencia de anterior dirección, no sirve escudarse
en las torpezas que pudieron existir en la gestión del anterior responsable.
Aquí hay una clara responsabilidad del actual equipo de dirección que después
de dos años es incapaz de encontrar una solución válida para la viabilidad del
organismo, una dirección que ha despreciado a su plantilla, una dirección que
ha desoído todas las propuestas que se han hecho llegar desde la representación
de los trabajadores y trabajadoras y que está enterrando el futuro de nuestro
organismo en un oscuro cenagal.
Un
saludo.
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